Esta mañana se han juntado varios estímulos para sentarme ante el ordenador e intentar hablar sobre varias ideas que me vienen a la cabeza. En Sevilla, parece que están celebrando un Congreso para el estudio de la violencia contra las mujeres, y oía a no se qué cargo público en la radio sobre el tema de esta violencia en los adolescentes y cargaba toda la responsabilidad en las redes sociales y la importancia de que los adultos llenemos esa brecha digital que suponen. Su palabrería en torno a violencia de género, que queréis que os diga, me revuelve las tripas. No sé por qué escondemos en las palabras los problemas que sufrimos, por qué pensamos que hablando con nosotros mismos con grandes palabras huecas creemos que atacamos estos problemas y que sacando un manifiesto final con conclusiones sesudas hemos atajado las consecuencias de nuestra negligencia. La realidad es que esta ‘gran educación’ construida en los últimos 30 años nos sitúa ante hechos tan simples con que nuestros hijos viven como normal humillar a sus compañeros, grabarlos en video y publicarlos en la red. De verdad señora consejera de la junta de Andalucía, que el problema no es que existan las cámaras de video en los móviles de nuestros hijos y que accedan con facilidad a un periódico de difusión mundial como facebook o youtube para subir sus desmanes. El problema es que les hemos matado la conciencia, les hemos educado en esa violencia y no ven ni tienen capacidad para plantearse siquiera que ese compañero es una persona con dignidad de hijo de Dios. ¡Así de simple! Con comportamientos de este calibre la pregunta debería ser ¿qué demonios hemos hecho con nuestro sistema educativo?

egoismo

Ayer celebrábamos Nuestra Señora de la Almudena en Madrid, y tras escuchar estas palabras mi mente se ha vuelto hacia María, la Madre de Dios, la Mujer… y a buscar el texto de Mulieris Dignitatem, carta apostólica que S. Juan Pablo II escribía en el 88. Dios otorgó toda su Gracia a una mujer en Palestina con la esperanza de que aceptara ser la Madre de su Hijo, pero se humilló preguntándole primero si ella estaba dispuesta a serlo. Dios nos quiere LIBRES y es capaz de dar Su vida por salvar la nuestra; ¡qué gran lección!. El fiat de María establece de forma verdadera una relación modelo entre Dios y el hombre, y pone a la Mujer en el centro de la creación. Es por eso que la mujer ocupa un papel predominante en el mundo, no en los aspectos que ahora la sociedad idolatra, sino en aquellos que de verdad son importantes para el Hombre. María contesta aquí está la esclava del Señor como su Hijo dijo más tarde no he venido para que me sirvan, sino a servir. El camino del hombre no está en medrar, en conseguir privilegios, en conseguir estrados, en buscar reconocimientos… está en servir (políticos, gobernantes… en SERVIR). Pero hay una verdadera realidad que encarna María como prototipo de Mujer con su Hijo, que es Dios, que nosotros los hombres no tenemos aunque a veces logramos vislumbrar cuando miramos a nuestra mujer en su relación con nuestros hijos. Yo no sé lo que es, pero os aseguro que el bienestar de mis hijos no sería tal si no fuera por la presencia de su madre y ese hilo divino regalado, que completa, soporta y apoya las actuaciones de sus hijos. Hurtarle a la mujer ese don y evitar que lo practique, en mi humilde opinión es el origen del mal que afecta a la sociedad actual; no someternos al papel de madre dándole la mayor importancia, relevancia y apoyo supone un error magnífico con consecuencias palpables; no asombrarnos con este gran y único regalo, es una locura; que no reconozcamos en la mujer la puerta de entrada que nos señala el mismo Dios para encontrar el Camino es una necedad.

servicio

Este video que Cáritas Perú utiliza en su campaña «Una sola famila…» es muy ilustrativo en síntomas de una sociedad deshumanizada y enfrentada y significativo que sea la mujer la que mira al otro empezando por el más anciano. En fin, que dejemos de mirarnos el ombligo, de preocuparnos por ser los primeros, de construir torres de Babel con palabras vacías y bajemos al terreno, mezclémonos con el vecino, ayudemos sin esperar recompensa y que nos queramos como hermanos. Seguro que mejoramos el mundo con un pequeño cambio de actitud con el próximo

 

Última modificación: 26/12/2015

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